miércoles, 30 de marzo de 2011

El estado como problema económico

El Estado es la organización política de un país, es decir, la estructura de poder que se asienta sobre un determinado territorio y población. Poder, territorio y pueblo o nación son, por consiguiente, los elementos que conforman el concepto de Estado, de tal manera que éste se identifica indistintamente con cada uno de aquellos.
 
Por lo general los gobernantes defienden la intervención del Estado en el comercio con la excusa de que se debe proteger, ya sea a la industria nacional, a los consumidores, a los trabajadores, etc., pero en realidad lo que el Estado hace es entorpecer el libre flujo de capitales y crear una fuerza extorsionadora que es ejecutada por malos funcionarios públicos, haciendo a un lado el eficiente funcionamiento del mercado y donde ciertos individuos cercanos a los gobiernos de turno se enriquecen.

El resultado de estas malas prácticas está traducido en la crisis que vive actualmente nuestro país, donde no se genera riqueza y solo se hacen ricos unos pocos que logran obtener favores del Estado gracias a sus influencias, mientras los consumidores siguen pagando productos más caros. Ciertos malos empresarios se enriquecen y los ciudadanos no pueden emprender con facilidad, generándose más desempleo.

Esta más que probado que los países que tienen menos intervención del estado en la economía y tienen mayores grados de libertad comercial son los que tienen ciudadanos más responsables, son los que generan más riquezas y han logrado sacar al mayor número de personas de la pobreza.

Las políticas del estado
 
He notado como diferentes sectores de la oposición al gobierno, que con una notable falta de criterio, suelen llenarse la boca clamando diferentes políticas de estado o aprobando ciertos puntos de algunas reformas y rechazando otros. Lo cierto es que sin darse cuenta le están siguiendo el juego al gobierno llevando los puntos del debate hacia donde ellos desean y a su vez también proponen "políticas de estado o reformas" que son inmorales.

Cabe recalcar que para ejercer cualquier política de estado se requiere de dos cosas, 1) recursos, que se los obtienen robando los ingresos que los ciudadanos han obtenido con su esfuerzo y 2) obligando a los ciudadanos mediante la fuerza, pagada con los recursos de que le roban a los ciudadanos, a acatar las nuevas normas que nos imponen estos perfectos idiotas que nos gobiernan, lo que es inmoral, pues estamos coartando la libertad de decidir a los individuos y, con sus propios recursos!!, en castellano es como que un ladrón nos robe y con ese mismo dinero se arme para esclavizarnos.
Lo cierto es que cualquier ley que sea creada para otro motivo que no sea los de proteger la vida, la libertad y la propiedad de los individuos, no solo que son inmorales, pues también son torpes ya que distorsionan el mercado en el que estos científicos sociales quieren intervenir.

Lamentablemente tanto la oposición como los perfectos idiotas que nos gobiernan no han entendido que el interés individual debe de ser más importante que el de cualquier colectivo, de otra manera estaríamos hablando de la dictadura de las mayorías. P. ¿Porque mejor no dejar que los individuos decidan libremente? R. Seguramente estas políticas de estado mantendrán o crearan nuevos privilegios ciertos grupos de poder a costa de los individuos.

Hay que tomar en cuenta que cada centavo que maneja el estado es un centavo que de alguna u otra forma se lo quita a la empresa privada y por consiguiente deja de ser productivo y de generar empleo. La otra pregunta que hay que hacer es: ¿En que beneficia toda esta idiotez impuestera en disminuir el desempleo? la respuesta es muy simple, en nada, más bien va a pasar todo lo contrario.

Todo esto es preocupante pues no veo que este gobierno esté pensando en políticas serias de gobernabilidad, más bien veo políticas muy tomadas a la ligera y políticas muy demagógicas, como los absurdos subsidios e inútiles nuevos ministerios entre otras cosas. Cuando en el transcurso de un año vemos que la calidad del gasto ha sido nula, habiendo tenido un ingreso extraordinario por el petróleo y ahora encima de eso quieren más plata, quiere decir que la plata no le alcanza, y que no piensan disminuir el gasto del cada vez más obeso estado.
Es que la solución que plantea el presidente suena muy fácil, quitarle a los que más tienen, para darle a los más pobres, pero a la vez es muy estúpida y marxista y los únicos que se llevan nuestro dinero son los pobres burócratas.
Hay una regla muy sencilla, a mayor intervención estatal, menor incentivos de inversión y si a estos le sumamos la inestabilidad política y la ausencia de un verdadero estado de derecho, la cosa empeora, el presidente tiene que comprender que por cada inversión privada que se genere son soluciones inmediatas a los ciudadanos, soluciones que no las puede brindar el gobierno, y que a su vez son menos cargas para el estado.

Pero parece que es imposible que esta gente entienda eso, ellos creen que el estado debe de regularnos, también creen que el gasto público es bueno, alguna vez lo escuche diciendo que de esta manera se inyecta dinero a la economía para que crezca, cuando cualquier persona que tiene dos neuronas sabe que de esta manera se genera inflación y aumenta el costo de la vida y por consiguiente disminuye su calidad, las consecuencias ya las estamos viviendo.

Los problemas del Estado y el Estado como problema

No es que uno quiera echarle la responsabilidad de todo cuanto ocurre en el país al Estado, a ese ente que cada vez tiene menos presencia en la sociedad, pero que cuenta con recursos suficientes para que las cosas marchen o no. Quizá el problema de fondo es que el Estado se ha desplomado y carece de alternativa. En toda sociedad moderna el Estado cumple función eminente. En Venezuela no. A cada instante comprobamos que es una traba. Una entelequia que, no obstante, confunde y complica la situación.

Al mismo tiempo hay que aceptar que sin Estado no funciona una sociedad. Que en gran medida lo que nos pasa deriva de la existencia de esa realidad distorsionada por sus dimensiones que es el Estado venezolano. La sociedad se resiente del problema y el Estado, en todos sus niveles, en vez de auspiciar soluciones las complica. No hay un solo dato en el que el Estado aparezca solucionando problemas: educación, asistencia, seguridad, transporte y cualesquiera otro que sea examinado lo confirma. La falta de respuesta a los problemas hace que éstos se compliquen.





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